Este Boca gana clásicos y este Boca se banca la presión. A los partidos claves que ganó el Xeneize en el semestre pasado, ahora sumó triunfos como el de San Juan o el de Liniers en contextos apremiantes: después de que ganaran todos sus perseguidores, Boca se impuso por 3-1 ante Vélez y mantuvo los cinco puntos de diferencia en el primer puesto.
De entrada se vio a un Boca agresivo, movedizo, que antes de los 20′ tuvo ya tres chances claras, travesaño incluido. El gol fue un resumen de la idea de Guillermo: Centurión condujo con velocidad, Pavón pasó con precisión y Benedetto definió con eficacia. La expulsión de Canteros cerca el final fue otra alegría en un gran primer tiempo.
La segunda parte tuvo a un Boca muy inteligente, paciente, de fino toque, que se puso 2-0 a través de Peruzzi rápido y convirtió el partido en un trámite. Apenas una distracción en una pelota parada puso suspenso, pero al toque Boca aceleró y vía Pavón selló el 3-1. Fue la sentencia: cuando el Xeneize quiso, pudo.
Boca ganó, jugó bien, firme, inteligente y certero. Prueba superada, con la presión de los triunfos de los competidores. Una victoria que hace confiar en este equipo.
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