Boca lo extrañó: sufrió su ausencia con síntomas como falta de cambio de ritmo, carencia de sorpresa, escasez de gambeta. El equipo empató ante Patronato y Atlético de Rafaela, generando algo de preocupación; se revitalizó con la vuelta de Fernando Gago y el 3-0 versus Arsenal; y ahora, ahora sí, vuelve a estar completo: Ricardo Centurión concentrará para el partido con Estudiantes.
La proximidad de partidos de mucho calibre, contra los perseguidores y el clásico con River, hizo que Centurión apresurara los tiempos: en apenas tres semanas completas, su rodilla parece estar estable. Su sacrificio y exigencia en la recuperación también tendrán que ser tenidos en cuenta a la hora de los elogios.
Su ingreso, si se encuentra en condiciones aptas, aportará nuevamente frescura y desfachatez al equipo. Sus suplentes no habían estado a la altura, amén del pibe Gonzalo Maroni, que ahora será una buena carta desde el banco de suplentes. Boca, ahora, encara la recta final puntero y con su mejor plantel a disposición. Que el primer paso en La Plata sea un paso al frente.
Comentarios