Cada inicio de semestre arranca con ilusiones, certezas, dudas e incertidumbres. Boca, de a poco, va yéndose al lado más positivo del pronóstico: ya disputó el primer compromiso de los tres frentes en los que verá acción en estos seis meses y, además de lograr siempre la victoria, también mantuvo su valla invicta.
La primera ocasión fue la Copa Argentina: contra un rival notablemente inferor como Alvarado de Mar del Plata, Agustín Rossi no tuvo inconvenientes. Esteban Andrada se adueñó del arco ante Libertad y Talleres y ha hecho méritos como para permanecer: además del cero, tuvo dos atajadas importantes y, de a poco, fue soltándose para salir con autoridad y jugar con los pies con solvencia.
Amén de los arqueros, los centrales han hecho lo suyo: Paolo Goltz y Lisandro Magallán continúan con confianza. Además, Carlos Izquierdoz hizo su debut ante Talleres con una correcta tarea; la competencia sana en el puesto es una gratísima novedad para Guillermo Barros Schelotto. Por los laterales, Leonardo Jara y Emmanuel Más aparecen como fija, pero tanto Julio Buffarini como Lucas Olaza son alternativas correctas para partidos de menor calibre.
Boca comenzó con gratas novedades en la retaguardia, a la espera de reforzar el poder individual de sus delanteros con más juego colectivo. De atrás para adelante: ojalá sea el camino para armar algo más que interesante.
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