El retroceso: como nunca se vio a un Boca muy poco compacto para defender. Sin mediocampo, la vuelta de los volantes y de los delanteros fue deficiente y los defensores quedaron expuestos en muchas ocasiones.
Marca en la pelota parada: el juego aéreo venía siendo una de las virtudes del equipo de Alfaro, pero Paranaense ganó seguido de arriba y el primer palo de Andrada fue zona liberada ante cada córner del local.
Falta de creación: casi todas las jugadas partieron de los pies de Emmanuel Reynoso, una responsabilidad excesiva para el ex Talleres. Boca no tuvo más variantes de mitad de cancha para adelante para armar juego.
Niveles individuales: Tevez, Benedetto, Buffarini, Marcone… Jugadores que venían haciéndolo en buena forma tuvieron un mal partido en Curitiba. Carlitos queda más expuesto por la competencia en el puesto con Zárate.
Impericia en ataque: en el PT, Boca tuvo chances claras para convertir pero no lo logró. Un equipo en formación sufre cuando deja pasar ocasiones de gol.
El nivel del rival: imposible ignorar que Athletico Paranaense hizo un partido casi perfecto. El campeón de la Sudamericana aceitó sus contraataques y tuvo alta efectividad en el área xeneize.
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