La Copa de la Superliga no es prioridad para Boca: Gustavo Alfaro, en la ida contra Godoy Cruz, paró de entrada un equipo alternativo, con la presencia de cuatro juveniles (Marcelo Weigandt, Agustín Almendra, Nicolás Capaldo y Agustín Obando). Pero, sin embargo, eso no impidió que el Xeneize se plantara bien en Mendoza y se volviera con una sonrisa: fue 2-1 con un gol agónico de Emmanuel Más.
Lo mejor de Boca se vio en el primer tiempo: claridad y velocidad para aprovechar los espacios y lanzar a Pavón, en conjunto con el aporte de los chicos y, principalmente, de Weigandt, una de las figuras del equipo. El 1-0 vino con una gran asistencia de Obando y una definición a quemarropa de Pavón, y el Xeneize incluso podría haberse ido al vestuario con más diferencia.
En la segunda parte, el local reaccionó: Godoy Cruz empezó a dominar la pelota y a ser cada vez más profundo. Esteban Andrada salvó a Boca en varias oportunidades, pero en una mala salida de Jorman Campuzano el Tomba encontró el empate a través de Merentiel en una jugada llena de rebotes.
El partido se quebró y ninguno de los dos se hizo fuerte en el mediocampo. De ida y vuelta, Boca terminó haciendo pesar la jerarquía: con los ingresos de Nahitan Nández, Emanuel Reynoso y Mauro Zárate, el Xeneize empujó y llegó al 2-1 con una combinación entre Weigandt, Mauro, Wanchope Ábila y Emmanuel Más, autor del gol.
Así, Boca se vuelve de Mendoza con un triunfo que lo deja muy bien parado para la revancha y con la confirmación de que puede contar con sus juveniles cuando haga falta. El equipo de Alfaro se prepara ahora para el siguiente desafío: la Supercopa contra Rosario Central.
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