Ni el más optimista se hubiese animado a predecir a principio de año que uno de los jugadores más importantes del semestre iba a ser Emanuel Reynoso. Pasó de descarte a convertirse en un integrante fundamental en el once inicial, a punto tal que su ausencia se sintió demasiado en el tramo final del semestre. De jugar 20 partidos en un año con Guillermo, a jugar 21 en seis meses del ciclo Alfaro, que de no haberse lesionado habrían sido casi 30 partidos para el ex Talleres de Córdoba.
‘Bebelo’ se convirtió en una pieza clave como conector entre líneas. Desde la izquierda cumplió las funciones de enganche para evitar el desgaste de Zárate y Tevez en el retroceso para entrar en contacto con la pelota. Reynoso le aportó al equipo sacrificio por la banda izquierda y aportó creatividad en ataque, una función que fue mucho más valorada ante su ausencia por la lesión en la rodilla que lo sacó de la recta final del semestre.
El semestre de volante zurdo fue tan positivo que se dio el gusto de marcar sus primeros dos goles en Boca. Nunca tuvo una gran cuota goleadora, tal vez sea un punto a mejorar en su carrera, pero este semestre marcó dos tantos importantes: a lo Messi ante San Martín de Tucumán para poner el 2-1 como visitante y contra Wilsterman de cabeza para abrir la goleada en la Bombonera.
Alfaro se jugó un pleno por él ante las necesidades y urgencias del equipo y Bebelo respondió con creces. Boca sintió mucho su ausencia: sólo convirtió un gol en cinco partidos jugados. Ante la apertura de un mercado de pases extenso y con la billetera de Boca, Reynoso no descansa y ya entrena para estar a punto en pretemporada.
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