Cuando Juan Román Riquelme presentó a Miguel Ángel Russo, más allá de su pasado glorioso e imborrable, se presentaron algunas dudas: ¿cómo estaba Miguel, tras flojos pasos por Alianza Lima y Cerro Porteño, para el fútbol argentino moderno? La imagen del ex volante central festejando con sus jugadores un nuevo título lo dice todo.
Russo agarró el equipo tras la salida de Gustavo Alfaro y en seguida planteó un esquema diferente a su antecesor: Boca se paró más adelante, apostando a ser más agresivo y a, en caso de ponerse en ventaja, buscar el segundo inmediatamente. Recuperó una voracidad ofensiva que parece caerles bárbaro a los jugadores.
En lo individual, tomó decisiones pesadas: la principal fue sacar a Ramón Ábila para poner a un Franco Soldano menos goleador pero mucho más voluntarioso. También eligió a Jordan Campuzano por sobre Iván Marcone, fetiche de Alfaro, y el colombiano fue una de las figuras en el semestre. Hubo tres jugadores que levantaron muchísimo su nivel individual con Russo: Frank Fabra, Sebastián Villa y Carlos Tevez. Piezas claves del título.
Miguel Ángel Russo consiguió su segundo título en Boca con este torneo 2019/20 a apenas meses de su desembarco en Boca. Ojalá en el futuro se mantenga su característica sonrisa.
Comentarios