Que Villa es uno de los jugadores más desequilibrantes del fútbol argentino no es ninguna novedad. El colombiano tiene una velocidad muy por encima de la media, sin dudas el jugador más rápido en la Liga Profesional, que aprovecha constantemente para ser la llave que abre varios cerrojos defensivos que le ponen a Boca. Pero en este 2021, además de su desequilibrio individual, le sumó una cuota goleadora poco habitual: en estos tres meses convirtió 4 de sus 10 goles en el Xeneize.
Villa llega al encuentro ante River después de transitar su mejor semana goleadora desde que juega en Boca. El colombiano anotó tres goles en dos partidos. Puso paños fríos a la complicada noche ante Claypole por Copa Argentina y frente a Vélez se despachó con dos grandes definiciones: la primera gambeteando al arquero tras pase de Cardona y la segunda con una maniobra individual definiendo al segundo palo. El extremo plasmó su desequilibrio en la red.
Boca espera y necesita que Villa empiece a mostrar maduración en su juego. Con 24 años y 81 partidos oficiales vestido de azul y amarillo, el cafetero dio señales en este 2021 de mejorar sus números: hasta entonces llevaba seis goles en 71 presentaciones y desde que comenzó el año marcó cuatro en diez. Su gol más destacado en estos dos meses y medio fue el que le anotó a River para igualar 2-2 en la Bombonera por la Copa Diego Maradona.
El desequilibrio siempre estuvo, pero ahora Villa empieza a mostrar una mejoría en su definición. Los tres goles en la última semana son una consecuencia de un cambio notorio en el colombiano que ya había cerrado el 2020 convirtiendo un gol ante Racing por Copa Libertadores en un penal que tenía mucho peso. Si Villa empieza a convertir un mayor porcentaje de las situaciones que crea, Boca tendrá a un delantero de un valor incalculable.
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