¿Recuerdan cuántas fechas tenían los torneos cortos, aquellos Clausuras del primer semestre y Aperturas del segundo? Diecinueve, muy bien los que respondieron esa cifra. Contemos ahora los últimos 19 partidos oficiales de Boca: 12 de este torneo, tres del anterior, dos de Copa Argentina y dos de Copa Libertadores. Son nueve triunfos, ocho empates y dos derrotas. La suma da 35 puntos. Ha habido campeones con 33…
Tal vez no esté tan mal un equipo que amanece en el segundo lugar de una zona donde se clasifican cuatro y les lleva cinco unidades de distancia a los quintos. Algún mérito se le atribuirá si solo registra una caída en este certamen. Algún valor individual se le puede reconocer. Por ejemplo, tres de sus delanteros marcaron dobletes como visitante: Villa en Mar del Plata, Benedetto en Avellaneda y Salvio en Santiago del Estero.
Otro rubro alto en algunas ocasiones han sido sus arqueros. Mejor si les llegan poco, por supuesto, pero bienvenidas sus salvadas cuando son requeridos, sobre todo ahora que los penales en contra se han vuelto tan frecuentes. Boca nunca se avergonzó de la solidez defensiva: hay que recuperarla. Habrá más chances de hacerlo cuando estén saludables todos los zagueros y se estabilice una zaga central.
Los problemas de contención fueron notorios ante Godoy Cruz y, durante el primer tiempo, contra Central Córdoba. Faltó corte en el medio, al margen de los duelos individuales perdidos. Quizás sea momento de rearmar el tándem Campuzano-Fernández. El dúo fue vital en la conquista de la Superliga 19/20, uno de los últimos títulos de un Boca que anoche, según el portal de noticias más leído del país, apenas «le puso paños fríos a su crisis».
En la búsqueda de mejorar las expresiones dentro y fuera de la cancha, Javier García marcó un camino tras el 1-1 del miércoles («No escuché murmullos, me dio ganas de cantar con la gente») y lo ratificó ayer: «Amo estar acá». Si alguien siente que ver a Boca le arruina la diversión del fin de semana o le complica la vida, que se dedique a otra cosa. Podrán escasear los jugadores, las variantes, el funcionamiento… Nunca van a faltar hinchas.
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Como siempre, tus crónicas y conceptos son los adecuados. Abrazo